Celos y ansiedad
Los celos son demonios. No los vemos, no los queremos ver, pero los sentimos cuando acechan. Toman nuestra garganta, asfixian nuestras inseguridades, y con el mayor de los tormentos escupen flamas en forma de insultos y de machismos más que bien aprendidos. Los celos confunden, entre ser amados y ser rechazados; y muchas veces encarnan la frustración del deseo no deseado. Los celos son frustración. Aquello que nace del deber, del debió, del por qué no es. Y por ello ello toman nuestra tinta digital, convierten nuestros pensamientos en indirectas, nos exigen reclamar lo que queremos y merecemos. mientras nuestra alma llora en los vestidos de cómo comportarnos frente a los otros hombres, o lloran mientras caminas dejos al tiempo que nosotros caminamos hacía el rincón de un recuerdo de abandono a nuestro pasado. Los celos son ansiedad. Una ansiedad intempestiva, violenta, fúrica, que hiere porque teme el rechazo, porque no sabe cómo amar, porque no aprendió cómo amar ¿Por qué n...